Anda, como mola, ¿no?

Esto es posiblemente lo que todos decimos ante alguna novedad mundial dentro de internet, o, seamos mas generalistas, dentro de la informática y de los gatgets. Es lo primero que dijimos al tener la wii en nuestras manos (donde para ahora? En el fondo del armario), es lo que dijimos al abrirnos un fotolog (donde para ahora? Eliminado o sin actualizar des de hace 500 años), es lo que dijimos cuando vimos el primer Tamagochi (donde para ahora? Sin pilas en el fondo de un cajón), es lo que dijimos cuando entró en funcionamiento la TDT (que hacemos ahora? Ver los canales por internet o bien ver los canales de toda la vida...). Si señores, nos quejamos continuamente de que nuestra sociedad es consumista, pero también es tecnoadicta.

Esto me lleva a pensar en la evolución de la publicidad hacia la interactividad. Realmente, en el momento en que se logre algún formato pegadizo e impactante para poder usar la tecnología actual (véase Facebook, TDT interactiva, etc.) quizás lleguemos tarde ya, porque habrá salido al mercado la edición BETA de algún cacharro nuevo y todos estaremos perdiendo el culo por el.

Así pues, ¿la misma economía que precisa de la publicidad para fortalecerse y hacerse más grande, es la misma que pone trabas a ésta evolucionando más la técnica que los propios formatos?

Si, hoy se me ha ido la olla, pero es un tema sobre el que reflexionar.

Que los bytes y la fuerza os acompañen!

Mailing, la lacra de la publicidad.

Entendemos como mailing la acción publicitaria, en ocasiones también utilizada en relaciones públicas, que consiste en hacer llegar a un target determinado una serie de información (que puede ser de su interés o no) a través del correo electrónico. Esta técnica es herencia directa de el buzoneo clásico llevado a cabo por los carteros en épocas pasadas.

Es evidente, que esta técnica tiene como positivo su uso ecológico, es decir, ahorramos papel y litros de tinta en la impresión de folletos que, seguramente, acabaran en la papelera sin leer. A cambio, pero, entramos en términos más delicados como los de la intimidad.

Con el buzoneo clásico ya estamos acostumbrados a que se entrometan en ese pequeño espacio que resulta ser una extensión de nuestra identidad. Así pues, cuando encontramos un folleto en el buzón lo único que hacemos es romperlo y arrojarlo a la basura. Todo esto cambia si entramos en el contexto cibernético. Por alguna razón, quizas por la alarma social causada por las empresas informáticas, la publicidad vía e-mail la unimos a una idea de intromisión en nuestro espacio temporal; la menospreciamos en mayor grado que el panfleto típico. Y no contentos con ello, a parte de afectar negativamente hacia la marca, pasamos 50 veces el antivirus, mejoramos la seguridad del correo electrónico y nos instalamos 400 programas spyware.

Con todo ello, me gustaría plasmar una idea principal. Visto toda la atmósfera negativa creada alrededor del mailing y, teniendo cuenta su bajo índice de impacto y respuesta, ¿Son realmente efectivos estos formatos publicitarios? es más, ¿El uso de este tipo de soporte publicitario ayuda o desprestigia a las marcas? Con todo ello solo me viene una pregunta en la mente ¿El futuro de este formato existe? y si existe, ¿pasa realmente por mantenerse como un soporte únicamente unidireccional?

En fin, señores publicitarios, publicistas y demás fauna del sector, reflexionen ustedes sobre el mailing, que a mi forma de ver, supone una traba dentro de la actividad publicitaria más que una ayuda

Que los bytes y la fuerza os acompañen!!

Facebook se pone las pilas

Las redes sociales están luchando, en la actualidad, por quedarse con la porción más grande del pastel publicitario online, y Facebook no quiere quedarse fuera. Para atraer nuevos clientes esta plataforma ha desarrollado un nuevo formato publicitario, llamado Engagement Ads, que busca difuminar los límites entre marketing, publicidad y redes sociales. Una empresa americana ha sido la encargada de trabajar en el nuevo modelo de anuncio, que busca establecer un vínculo con el usuario, es decir, crear reciprocidad. La idea es que el anuncio aparezca en la pantalla al conectarse a Facebook, permitiendo que el usuario haga algo con él. La acción será compartida como una noticia por los usuarios, como la publicidad viral, haciendo que las impactados vayan en aumento constantemente.

El formato en cuestión se empezó a probar el pasado agosto y ya está disponible des de el mes de septiembre. A pesar de que la compañía presume de que 70 de los 100 mayores anunciantes de Estados Unidos estuvieron presentes en su red en 2007, lo cierto es que las visitas a sus banners alcanzan escasamente el 1,1. Su competidor más directo, MySpace es, según la consultora comScore, el líder del mercado, acaparando un 15,9% del total de la publicidad gráfica online de Estados Unidos, hecho que ha animado a Facebook a ponerse las pilas publicitariamente hablando.

Facebook ha hecho, pues, una firme apuesta por una publicidad que genere vínculos y en que el internauta pueda aportar su propio granito de arena. De hecho, el nuevo modelo de anuncio no aparecerá en las pantallas de los ordenadores de quienes lo soliciten, evitando parecer intrusivos.

Aunque con un bajo coste, la publicidad en redes sociales todavía necesita de métricas para gozar de la plena confianza de los anunciantes. Aún así, se estima que los beneficios de Facebook alcancen entre los 300 y los 350 millones de dólares con el uso de éste nuevo formato.

Que los bytes y la fuerza os acompañen!

¿Quien dijo que los testimoniales eran antiguos?

Señores, Google ha vuelto a romper nuestros esquemas. Cuando el mundo de la publicidad se rompe las seseras para intentar idear nuevas y eficaces fórmulas publicitarias (perdón... dije fórmulas... que Bernbach me perdone), la ya multinacional informática acude a un recurso tan antiguo como los dinosaurios para anunciar su sistema de publicidad; el testimonial.

De la forma más dicharachera e informal posible, siguiendo también la estela corporativa, Google cuelga un video en Youtube donde aparecen tres presuntos empresarios y usuarios de Adwords. Esto si es sinergia de recursos, si señor. Lejos de calificar si los personajes que salen son demasiado delgados, gordos, altos, tartamudos o gangosos, no se puede reprochar a Google el no explicar de una forma sencilla, fácil y rápida el uso de sus herramientas publicitarias.

Para los que siempre pensaron que al testimonial le quedaban cuatro telediarios, Google ha demostrado que aún queda jugo que sacarle. Y si lo dice Google va a misa... o al servidor... o donde sea.

Que los Bytes y la fuerza os acompañen!

Youtube, un baúl de cosas curiosas.

Pues si, Youtube sirve para entretener. Pero lejos de su uso más puramente lúdico, he encontrado unos vídeos de lo más prácticos.

Huyendo ya de la coña, la búsqueda de cosas útiles en Youtube abre en mi psique un nuevo tema sobre el cual reflexionar y darle al coco. Es sabido por todo el mundo que, por suerte o por desgracia, Internet se ha vinculado más a un espacio de ocio que no al aprendizaje o a la enseñanza. Los resultados de las distintas encuestas sobre uso de los medios así lo abala (solo hace falta ver el informe de el EGM). Aun así, ¿se podría utilizar plataformas como youtube para la educación? Itunes, por ejemplo, ha empezado a hacer alguna cosa parecida, aunque de forma muy modesta, ya que nos permite acudir a las clases de distintas universidades Americanas.

Pero... mi ambición sobre este tema va más allá. ¿Nos puede ayudar esta plataforma a educar a los pequeños?, es más, ¿puede usarse como refuerzo para, por ejemplo, clases de medicina? Des de luego nos ahorraríamos muchos cuerpos donados “a la ciencia”

Youtube, todo un mundo por explotar.

Que los Bytes y la fuerza os acompañen!

¿Tv o Internet?

Los que ya hemos nacido con el ratón bajo el brazo (bueno... nosotros no, pero nos hemos adaptado de forma rápida), empezamos a cambiar las costumbres que popularmente se conocen como “tradicionales”. Es cierto, antes las familias se reunían alrededor de un transistor para oír las dulces y melodiosas voces que salían de él, y que narraban peripecias e información a partes iguales. O con la aparición de la televisión, en sus primeros, que reunía a la familia en el sofá para ver el mítico 1, 2, 3, responda otra vez. Pero ahora... todo esta en cambio.

Es muy normal ya que todas las casas posean al menos un ordenador, ya sea portátil o de sobremesa, pero al menos uno. Las personas jóvenes (o no tan jóvenes) se vuelcan en el para pasar sus ratos de ocio. Y como no, este tiempo se alarga tanto que consume el periodo temporal que ocuparían otras actividades como, por ejemplo, el uso de los medios de comunicación. Y no solo este hecho ya es una realidad, sino que programas de televisión empiezan a tener grandes booms de audiencia solo a través de la red.

Prueba de ello es el programa “muchachada nui”. Realmente, si se realizara un sondeo entre los consumidores habituales de este programa (discriminando por que vía), pocos sabrían decirnos a que hora y en que canal hacen dicho espacio. En cambio, si a los mismos sondeados les preguntamos donde pueden encontrarlos en Internet, la respuesta será unánime; Youtube.

Así pues, ¿el futuro de la televisión pasa por Internet? Los datos decantan la balanza hacia un claro sí. Quizás el resultado final no sea el reunirnos, como nuestros antepasados, alrededor del ordenador para mirar la televisión, pero está claro que el futuro, al menos si las “Majors” de los diferentes países no quieren hundirse en la miseria, pasa por la sinergia de ambos soportes. Así pues, ante la pregunta ¿TV o Internet? debemos dar una respuesta clara; ambas.

Que los Bytes y la fuerza os acompañen!

En ocasiones veo banners...

Los banners, tal y como los entendemos hoy en día, empiezan a llegar al fin de sus días. Lo que en su momento fue la crem de la crem de los publicitarios dedicados al online, es visto, cada vez más, como un trabajillo simple al lado de, por ejemplo, lograr un excelente posicionamiento el la página de Google sin pagar un mísero duro. ¿Qué se ha hacho, irónicamente hablando claro, de esos maravillosos banners de 600x 800 en ventanas pop-up que te cegaban la vista con sus parpadeantes, a la par que hipnóticos, juego de luces? O de los roba-páginas de las webs con calidad de imagen pésima y un diseño aún peor! La verdad es que, como todo en esta vida, el sector está evolucionando. Cada día son más y mejores los banners que ven la luz en distintas páginas web aunque, todo hay que decirlo, algunos de los baners homenajeados anteriormente siguen apareciendo en alguna que otra fraudulenta página.

Pero mi reflexión sobre el banner pretende ir más allá. Lejos de creer en la desaparición de dicho fromato, mi mente baraja distintas opciones que pueden posicionar el uso del banner, de nuevo, en el estrellato de las piezas publicitarias online. Es cierto, tal y como hemos estado viendo estos días, que la web en si ya ha sufrido cambios considerables; así pues, ¿No sería lógico que los banners también se adaptaran a los cambios del soporte? ¿Porqué no promover el uso de los banners 2.0? es más, ¿Porqué no dejar que sean los mismos usuarios o target que digan como hacerlo o, simplemente, customizarlo?

Parece una idea loca tal vez y, siendo sincero, desconozco si ya se esta implantando ese tipo de banners. Pero se me pasan por la cabeza, ya, algunas campañas que pueden sacar, con este sistema, jugosos y notorios impactos en su público objetivo.

Que los Bytes y la fuerza os acompañen!

Google Earth, una herramienta útil...

Google, como compañía que es en su esencia, va ampliando cada vez más sus horizontes y sus productos comerciales. Detrás de ellos, en teoría, se esconde ese trasfondo hippie que la informática tenia en sus inicios (si si, antes de que llegara Bill Gates a nuestras vidas). Aunque todos ellos prometen algo novedoso, inaudito y útil, mi reflexión sobre estos programas (podemos llamarles también aplicaciones) googelianos pretende ir más allá. Es decir, dejando de lado el impacto de novedad y de avance tecnológico que éstas suponen, ¿son realmente útiles?

Hablando entre mis compañeros de promoción, dicha pregunta causo un efecto bastante claro. Todo el mundo se posicionó del lado de Google, alabando hasta el infinito sus distintas aplicaciones. Pero... entremos en detalle. Lejos de ser una critica destructiva contra dicha compañía, me gustaría centrar el sí de estas líneas. Es cierto que Gmail, GoogleMaps, GoogleDocs,..., es decir las que tienen un uso más práctico, si ofrecen un beneficio claro hacia el usuario; pero... ¿Google Earth?

Con el proyecto Google Earth, a mi modo de ver, la compañía empezó a traspasar una fina línea entre las mejoras en la comunicación personal y la pérdida de la intimidad, y todo por un simple programilla que te permite ir de lado a lado del globo terráqueo a vista de pájaro y cuya utilidad, des de mi modesta posición, es sólo distraerte un rato. Seguro que esta afirmación causará más de un tirón de pelo a algún lector; al menos es lo que causó en algunos de los compañeros que participaban de esta conversación.

No es información confidencial la cantidad de problemas que causó Google Earth en sus inicios. Todos los servicios de defensa e inteligencia de los países más avanzados se “alzaron en armas” contra la empresa americana para evitar que sus edificios gubernamentales y militares salieran en alta definición en el programa. Incluso la archiconocida y misteriosa Área 51 del desierto de Nevada apareció durante unos meses al descubierto. Seamos sensatos, pusimos nuestra seguridad en manos de un triste programa que se limita a distraernos.

Algunos de los defensores de Google Earth intentarán defenderlo por otros tantos, y dudosos, usos. Ver la situación de algún punto que nos interesa de la ciudad, ayudar a los estudiantes a aprender geografía de una forma divertida y amena, incluso lo más sorprendente...COLOCAR PUBLICIDAD! Absurdo, sinceramente. Aunque espere a convertirme en un profesional del sector, esta propuesta me parece absurda. Colocar publicidad... quien haría uso de un programa que sirve para “informar” o “entretener” y encima repleto de publicidad... Me parece a mi el negocio de Roberto de las Cabras... como Second Life.

Seamos francos y, aunque solo sea por un momento, cuerdos, si se invirtiera toda la cantidad de dinero consumido por Google Earth en... por ejemplo medicina, quizás a día de hoy ya tendríamos una vacuna para el SIDA.

Que los Bytes y la fuerza os acompañen!