Google, como compañía que es en su esencia, va ampliando cada vez más sus horizontes y sus productos comerciales. Detrás de ellos, en teoría, se esconde ese trasfondo hippie que la informática tenia en sus inicios (si si, antes de que llegara Bill Gates a nuestras vidas). Aunque todos ellos prometen algo novedoso, inaudito y útil, mi reflexión sobre estos programas (podemos llamarles también aplicaciones) googelianos pretende ir más allá. Es decir, dejando de lado el impacto de novedad y de avance tecnológico que éstas suponen, ¿son realmente útiles?
Hablando entre mis compañeros de promoción, dicha pregunta causo un efecto bastante claro. Todo el mundo se posicionó del lado de Google, alabando hasta el infinito sus distintas aplicaciones. Pero... entremos en detalle. Lejos de ser una critica destructiva contra dicha compañía, me gustaría centrar el sí de estas líneas. Es cierto que Gmail, GoogleMaps, GoogleDocs,..., es decir las que tienen un uso más práctico, si ofrecen un beneficio claro hacia el usuario; pero... ¿Google Earth?
Con el proyecto Google Earth, a mi modo de ver, la compañía empezó a traspasar una fina línea entre las mejoras en la comunicación personal y la pérdida de la intimidad, y todo por un simple programilla que te permite ir de lado a lado del globo terráqueo a vista de pájaro y cuya utilidad, des de mi modesta posición, es sólo distraerte un rato. Seguro que esta afirmación causará más de un tirón de pelo a algún lector; al menos es lo que causó en algunos de los compañeros que participaban de esta conversación.
No es información confidencial la cantidad de problemas que causó Google Earth en sus inicios. Todos los servicios de defensa e inteligencia de los países más avanzados se “alzaron en armas” contra la empresa americana para evitar que sus edificios gubernamentales y militares salieran en alta definición en el programa. Incluso la archiconocida y misteriosa Área 51 del desierto de Nevada apareció durante unos meses al descubierto. Seamos sensatos, pusimos nuestra seguridad en manos de un triste programa que se limita a distraernos.
Algunos de los defensores de Google Earth intentarán defenderlo por otros tantos, y dudosos, usos. Ver la situación de algún punto que nos interesa de la ciudad, ayudar a los estudiantes a aprender geografía de una forma divertida y amena, incluso lo más sorprendente...COLOCAR PUBLICIDAD! Absurdo, sinceramente. Aunque espere a convertirme en un profesional del sector, esta propuesta me parece absurda. Colocar publicidad... quien haría uso de un programa que sirve para “informar” o “entretener” y encima repleto de publicidad... Me parece a mi el negocio de Roberto de las Cabras... como Second Life.
Seamos francos y, aunque solo sea por un momento, cuerdos, si se invirtiera toda la cantidad de dinero consumido por Google Earth en... por ejemplo medicina, quizás a día de hoy ya tendríamos una vacuna para el SIDA.
Hablando entre mis compañeros de promoción, dicha pregunta causo un efecto bastante claro. Todo el mundo se posicionó del lado de Google, alabando hasta el infinito sus distintas aplicaciones. Pero... entremos en detalle. Lejos de ser una critica destructiva contra dicha compañía, me gustaría centrar el sí de estas líneas. Es cierto que Gmail, GoogleMaps, GoogleDocs,..., es decir las que tienen un uso más práctico, si ofrecen un beneficio claro hacia el usuario; pero... ¿Google Earth?
Con el proyecto Google Earth, a mi modo de ver, la compañía empezó a traspasar una fina línea entre las mejoras en la comunicación personal y la pérdida de la intimidad, y todo por un simple programilla que te permite ir de lado a lado del globo terráqueo a vista de pájaro y cuya utilidad, des de mi modesta posición, es sólo distraerte un rato. Seguro que esta afirmación causará más de un tirón de pelo a algún lector; al menos es lo que causó en algunos de los compañeros que participaban de esta conversación.
No es información confidencial la cantidad de problemas que causó Google Earth en sus inicios. Todos los servicios de defensa e inteligencia de los países más avanzados se “alzaron en armas” contra la empresa americana para evitar que sus edificios gubernamentales y militares salieran en alta definición en el programa. Incluso la archiconocida y misteriosa Área 51 del desierto de Nevada apareció durante unos meses al descubierto. Seamos sensatos, pusimos nuestra seguridad en manos de un triste programa que se limita a distraernos.
Algunos de los defensores de Google Earth intentarán defenderlo por otros tantos, y dudosos, usos. Ver la situación de algún punto que nos interesa de la ciudad, ayudar a los estudiantes a aprender geografía de una forma divertida y amena, incluso lo más sorprendente...COLOCAR PUBLICIDAD! Absurdo, sinceramente. Aunque espere a convertirme en un profesional del sector, esta propuesta me parece absurda. Colocar publicidad... quien haría uso de un programa que sirve para “informar” o “entretener” y encima repleto de publicidad... Me parece a mi el negocio de Roberto de las Cabras... como Second Life.
Seamos francos y, aunque solo sea por un momento, cuerdos, si se invirtiera toda la cantidad de dinero consumido por Google Earth en... por ejemplo medicina, quizás a día de hoy ya tendríamos una vacuna para el SIDA.
Que los Bytes y la fuerza os acompañen!
No hay comentarios:
Publicar un comentario